Lima, Perú, 05 de setiembre del 2015.— La tecnología viene desarrollándose a pasos agigantados creando con mayor rapidez aparatos impresionantes, versátiles y prácticos para los usuarios. Un ejemplo que deslumbra, si se le mira como una línea de tiempo desde su creación, es la evolución de la televisión. Desde su comercialización en nuestro país a mediados del siglo 20, la TV ha progresado en cuanto a color, tamaño, forma, funciones y calidad de imagen superando los sueños futuristas de nuestros padres cuando prendieron las primeras televisiones a blanco y negro.
¿Cuánto tiempo ha pasado desde la última vez que tuvimos problemas para trasladar nuestros televisores de una habitación a otra?… Los pesados y análogos televisores de antaño están descontinuados y quizás muchas personas los conservan como antigüedades en una gran caja. Sin embargo, esos televisores denominados CRT (tubo de rayos catódicos) fueron parte de nuestras vidas por 70 años.
Si bien la introducción de la televisión en miles de hogares supuso un acontecimiento histórico, la ciencia tardó en mejorar el aparato debido a las limitaciones de la época. Los grandes cambios que experimentó el televidente fueron pasar del blanco y negro al color, la salida de video y la creación de la televisión por cable.
Con el inicio del nuevo siglo, los televidentes experimentamos lo que en su momento fue considerado como «la gran evolución de la televisión». Nuestro televisor CRT, análogo y pesado, pasó al olvido para dar paso a la televisión digital, de diseño delgado y calidad de imagen inigualable. En menos de una década tres tipos de TV se crearon: el Plasma, el LCD, el LED.
Los Plasmas, junto a los LCD, fueron los primeros tipos de TV de pantalla plana. Se caracterizan por ser televisores auto-luminiscentes con un funcionamiento y control de cada pixel de forma independiente. Tienen colores mucho más naturales que los LCD pero consumen entre 20% y 30% más energía. Además, dado a que posee superficie de vidrio en la pantalla, reflejan mucho la luz natural o artificial que reciban de manera directa.
Por el contrario, las pantallas de cristal líquido (LCD) son retro-iluminadas por una fuente de luz fija. La luz es dirigida hacia los filtros de color primarios para crear el color deseado a menor consumo de energía.
Los televisores LED superaron a los anteriores al combinar lo mejor del Plasma y LCD en un delgado diseño con colores más vivos, negros más profundos y una mayor eficiencia energética gracias a su panel posterior con diodos.
A inicios de la segunda década del siglo 21 la televisión dio otro gran salto con la tecnología OLED, catalogado como el televisor de los próximos 20 años. Los científicos de LG crearon un televisor ultra delgado de 4mm de grosor, con la mayor gama de colores jamás vista y contraste infinito. Además, desarrollaron la tecnología WRGB, la que incorpora a los pixeles de 4 colores un sub-pixel blanco que le permite generar un color natural y una calidad superior de la imagen.
A diferencia de los televisores LED, los diodos eléctricos se prenden y se apagan de forma independiente y cada uno cuenta con su propia emisión de luz haciendo del OLED el televisor con mejor eficiencia energética. También son inteligentes (Smart) y cuentan con Cinema 3D; de modo que, la televisión ha evolucionado en el más completo sistema de entretenimiento. ¿Cuál será la siguiente evolución?… La respuesta queda en el aire.